Creatividad, una herramienta para generar valor
El ser humano tiene la capacidad de crear. Desde los primeros filósofos presocráticos, el asombro de la realidad traía consigo preguntas sin una respuesta concreta. El cuestionamiento, la crítica, la curiosidad y el replanteo han ido forjando el futuro en el que nos encontramos hoy. Todo lo que existe ha sido diseñado y perfeccionado a través de la historia. Seguramente lo que ahora consideramos como utópico, pronto será obsoleto. Será nuestro cultivo de la capacidad de asombro lo que hará que sigamos visionando y creando nuevas realidades.
Todos somos creativos, es parte inherente de nuestra esencia. Si algo nos define es nuestro poder de innovar y sorprendernos a nosotros mismos. Crear no es fácil, requiere atreverse a cuestionar lo establecido y eso nos lleva a renunciar a nuestra zona de confort, pero no existe otra manera de progresar. La creatividad, entre otras cosas, ha llevado al hombre a la Luna.
En Branding sucede exactamente lo mismo, la creatividad no es un concepto ajeno. Destacar, seducir, cautivar o capturar la atención de los consumidores, teniendo a miles de competidores alrededor es solo posible utilizando la imaginación. Y es que crear una marca es un proceso intelectual y estratégico. Las marcas que innovan no solo no desaparecen, transforman el entorno en el que habitan. Apple, Google, Tesla, Coca – Cola, Amazon, Netflix, Uber, AirBnB nos demuestran que la creatividad genera mucho valor.
Entendamos a la creatividad como una navaja Suiza. Hay que aprender cómo utilizarla y saber en qué momento nos sirve la cuchilla, el destornillador o la lupa. La creatividad tiene múltiples formas de ser abordada. Evidentemente la experiencia nos guiará al uso más eficiente de la misma. Un nombre nuevo, un restyling de logotipo, un nuevo estilo fotográfico o un tono de comunicación más distintivo, son ejemplos de ámbitos donde el proceso creativo es primordial. Creatividad no es un elefante rosado en la sala de una casa haciendo malabares, es resolver de manera inteligente, estratégica y eficiente los problemas que tenga una marca, ya sea en su comunicación como en la concepción misma de su producto o servicio. Es también entender las diferentes necesidades de las personas, resolver lo que les afecta y crear aquello que será relevante. La innovación y la creatividad no se acaban nunca, el futuro será de las marcas que no se queden estancadas y avancen al ritmo de la sociedad.
Dieter Rams en sus diez principios del buen diseño, señala que el buen diseño es siempre innovador. Si concebimos cada proyecto como una oportunidad única y privilegiada para innovar, tendremos resultados que posean lo más esencial de nuestra naturaleza, el poder de asombrar.
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