Tras años rumoreándose la existencia de unas gafas AR por parte de Apple, podría ser que éstas llegasen mucho antes de lo esperado y pese a estar en mitad de una gran crisis mundial que impide fabricar tecnología con normalidad.

Las primeras gafas de realidad aumentada de Apple se lanzarían en el cuarto trimestre de 2022, según una informe de investigación del analista Ming-chi Kuo publicada por varios medios americanos.

Kuo, que lleva tiempo detrás de este producto tan especial, ya predijo en marzo que las gafas saldrían a la venta en algún momento del próximo año. Y ahora va un paso más allá al proporcionar información técnica sobre el dispositivo.

Según el analista, las gafas tendrán dos procesadores, uno con el mismo nivel de potencia de cálculo que el M1, que es el chip que llevan los MacBook Pro de 2020. Y un chip de gama baja para gestionar las entradas de los distintos sensores.

Por ejemplo, Kuo dice que las gafas tienen al menos de 6 a 8 módulos ópticos para proporcionar simultáneamente servicios de realidad aumentada con visión continua normal. Y para la gestión de la información digital, las gafas tendrán dos micropantallas OLED 4K de Sony.

Kuo explica que la enorme potencia que tendrían las gafas sería para asegurar su capacidad de funcionar sin necesidad de estar conectado a otros productos de Apple. Es decir, gracias a llevar un procesador potente no tendría que depender de ningún smartphone o portátil.

Y lo mismo pasa con su amplia gama de aplicaciones, algo fundamental para poder diferenciarse del resto y que, de salida, ya sean completamente funcionales.

Eso sí, varios informes sobre el dispositivo han discrepado en cuanto a si será totalmente independiente o necesitará de un iPhone o de un equipo especializado independiente para transmitir contenidos.

Sin embargo, Kuo parece convencido de que será una plataforma independiente: "Si el casco de realidad aumentada se posiciona únicamente como un accesorio para el Mac o el iPhone, no favorecerá el crecimiento del producto".

Sin duda, unas gafas de realidad aumentada que funcionen de forma independiente podrían ser la clave para que, por primera vez, un producto de este tipo funcione bien en el mercado.