Tres síntomas que revelan que una empresa necesita una urgente inversión tecnológica
En Perú el mercado de software empresarial mueve entre US$ 100 millones y US$ 150 millones al año.
La decisión para implementar un sistema ERP (software de gestión empresarial) es un paso trascendental para las empresas porque advierte crecimiento y la necesidad de realizar business intelligence pero no es una decisión sencilla porque demanda una alta inversión.
“Perú está entre los cinco primeros países en uso de ERP en América Latina. Nuestras cifras muestran crecimiento sostenido en el mercado en cuota asignada en ventas desde hace tres años. En porcentajes, aumentamos la cuota en 25% sobre el año anterior”.
Indicó que resulta necesario para el empresariado entender el funcionamiento y las potencialidades de su ERP.
Señales que hay que saber identificar para evaluar cuándo se necesita pensar en un upgrade para los sistemas de una empresa.
Primer síntoma: Capacidad rebasada
Si las ventas de la empresa han crecido de manera sostenida y hay cada vez más documentos que analizar, esto sin duda también implica una carga de trabajo mayor para la que el ERP inicial no estaba preparado.
“Si el software ya no entrega indicadores, no está al tanto de los cambios normativos del ámbito tributario, no permite escalar a una solución más alta, entonces no está acompañando el crecimiento de la empresa y es momento de pensar en la optimización que cubra las necesidades de la organización”.
Segundo síntoma: tiempo de respuesta
Es importante evaluar si los tiempos en que el sistema está entregando la información son los adecuados para tomar decisiones de negocio. Lo ideal es que la solución permita contar con la data necesaria en tiempo real para que los indicadores que se tomen en cuenta sean lo más precisos posible. La gerencia estará muy agradecida con esta capacidad.
Tercer síntoma: pérdida de productividad
Un ERP sobrepasado en sus capacidades puede ocasionar un aumento en los paros del sistema, especialmente en aquellos que están altamente customizados y ya no pueden ser soportados. Esto ocasiona una pérdida de productividad importante que también debe considerarse.
Asimismo, cuando se detecta la coexistencia de sistemas que no pueden comunicarse directamente y requieren intervención manual para integrar la información, esto hecho abre la puerta a errores y afecta la rentabilidad del negocio.
Optimización
Lo primero que se debe buscar cuando se ha tomado la decisión de optimizar el ERP es que cumpla con todas las nuevas capacidades que se necesitan en la empresa.
“Luego, hay que fijarse en el valor agregado, que consiste en evaluar la experiencia del proveedor, sus casos de éxito y el soporte que ofrece el proveedor, de esta manera se evitará que la inversión fracase”.
Señaló que un proceso de evaluación correcto para optimizar el software empresarial debe tomarse entre dos a cuatro meses; y hay empresas que pueden requerir seis meses o incluso un año antes de decidir si realizan o no la inversión.
“Muchas veces la persona que toma la decisión es muy renuente al cambio, tiene un sistema que considera que trabaja bien y está en una zona de confort. Quizá cree que se maneja bien con archivos Excel y no ve los costos ni el valor. Sin embargo, el riesgo en producción y rentabilidad pueden ser altos para el negocio”.
En Perú el mercado de software empresarial mueve entre US$ 100 millones y US$ 150 millones al año. Mientras que un gran proyecto de ERP (softwares corporativos) puede alcanzar una inversión de US$ 2 millones o US$ 3 millones; y en el caso de las medianas empresas un proyecto oscila entre US$ 50,000 a US$ 200,000, todo depende de las necesidades de la empresa.
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